La seda es una fibra contínua, fina y lustrosa que, durante siglos, ha sido considerada la reina de las fibras: en tiempos pasados hubo períodos en los cuales la seda, debido a su rareza, se consideraba un artículo de lujo muy cotizado.

Las fibras de seda tienen una sección transversal triangular con esquinas redondeadas. Esto refleja la luz en diferentes ángulos, dando a la seda un brillo especial.

Tiene una textura suave y lisa, no resbaladiza, a diferencia de las fibras sintéticas.

Reúne una combinación única de propiedades que no posee ninguna otra fibra: tacto seco, brillo natural, buena absorción de la humedad, buenas cualidades de caída, alta resistencia, hipoalergénica.

La seda es una de las fibras naturales más fuertes, pero pierde hasta el 20% de su fuerza cuando está húmeda. Se dice que un cable de seda del grosor de un lápiz sería capaz de detener a un Boeing 747 en pleno vuelo.

Su elasticidad va desde moderada a pobre: si se estira más allá de un cierto límite de fuerza, tarda un tiempo en recuperar su forma previa.

Es un tejido sensible a la luz solar, pudiéndose debilitar su estructura si se expone mucho al Sol. También es especialmente vulnerable a la acción de los insectos, sobre todo las polillas, si está sucia.

En contacto con la piel produce una sensación de calor desde el primer momento; la caída es mejor que la de cualquier otra fibra; resiste los ácidos pero no lo alcalinos fuertes: el cloro la daña, se blanquea con agua oxigenada.

La seda es un tejido natural muy duradero siempre que se cuide adecuadamente.

El proceso de producción de la seda se inicia cuando la mariposa pone de 300 a 600 huevos en el curso de siete días. Los gusanos que nacen han de comer grandes cantidades de morera para convertirse en adultos en unos 32 días.

La hilatura de seda consiste en devanar el hilo del capullo de una manera parecida a como se haría con una madeja. Se sumergen los capullos en agua a 90º, después se cepilla para poder encontrar el cabo exterior del hilo y en un recipiente con agua a unos 40/50º se juntan los cabos de ocho capullos.

La longitud normal de un hilo es de 600 a 1.200 metros, aunque en algunos casos puede alcanzar los 4.000 metros.

La seda es un filamento continuo natural (la única fibra que la Naturaleza proporciona ya hilada), es una fibra sólida y de diámetro regular.

Por ser una fibra tan cara, se aprovecha al máximo; para ello, una vez hilado el filamento, los desperdicios (capullos en los que el gusano ya ha salido, restos de filamento del devanado, ...) se tratan para volver a hilarlos y los últimos restos no aprovechables para el hilado se emplean para la confección de guatas y otros rellenos.

seda pliegues color tejido (Davit Amunarriz)
Davit Amunarriz

Los tejidos de seda fueron elaborados por primera vez en la antigua China, y algunos indicios apuntan a que se fabricaron ya alrededor del año 3.000 antes de Cristo, aunque las evidencias más firmes del uso de la seda datan del año 1.300 antes de Cristo. La leyenda dice que ya por entonces la Emperatriz de China Xi Ling-Shi (Hsi-Ling-Shih, Lei-tzu) usaba vestidos de seda.

Al principio la seda era un tejido reservado exclusivamente a los miembros de la familia imperial china, tanto para su propio uso como para ser regalado. Pero con el tiempo, dado su cada vez mayor uso a través de la cultura china, acabó extendiéndose su producción, tanto geográfica como socialmente, hasta otras zonas de Asia. La seda se convirtió rápidamente en un producto de lujo muy apreciado por los comerciantes, debido a su textura y brillo, además de ser un producto muy accesible y cómodo de transportar. Es por ello que llegó a tener una fuerte demanda, convirtiéndose en un elemento básico del comercio internacional pre-industrial.

En el año 2.007 unos arqueólogos descubrieron en una tumba en la provincia de Jiangxi los restos de un vestido, cuyas fibras de seda estaban estrechamente tejidas y teñidas, fechada alrededor de la época de la dinastía Zhou del Este, con una antigüedad de unos 2.500 años.

En la Edad Media el arte de la sericultura se expandió por Europa, sin embargo, es en el Extremo Oriente donde su desarrollo fue mayor.

Aún conservo unos dibujos que hice en el colegio para un trabajo de un tema libre: era mi primera serie de dibujos, la llamé "El colegio con el paso del tiempo" y me sentí muy orgullosa cuando mi profesor me ofreció comprármelos por lo que para mi era un pequeña fortuna a los 16 años.

No me atreví a estudiar Bellas Artes, sin embargo, en el dibujo y en la pintura siempre he encontrado mi país de "Nunca Jamás".

Durante muchos años me he dedicado casi exclusivamente a la pintura al óleo, pero a medida que el espacio en las paredes se iba terminando, he cultivado otras técnicas.

La pintura sobre tela supuso un gran descubrimiento: ¿qué mejor que darle otro aire a unos vaqueros o a una blusa?.

Un cosa llevó a la otra y, ensayando diferentes materiales, llegué a la seda.

Pintar en seda se parece mucho a la acuarela, un medio que descubrí cuando empecé a viajar debido a mi trabajo: una cajita de acuarelas y unos papeles de pequeño formato entran en cualquier maleta.

Llevo unos 13 años pintando en tela y seda, aunque hasta hace poco era un placer privado, limitado al uso personal, a regalos para familiares y amigos.

En 2013 empecé a estudiar la posibilidad de vender mis pinturas en seda. Hice un pequeño estudio de mercado visitando museos y tiendas. Cuando en el Museo Balenciaga de Getaria me dijeron que les gustaba mi trabajo y me pidieron una muestra, tomé la decisión de intentar la aventura de dedicarme profesionalmente a la artesanía en seda y tela y comencé participando en mi primera feria de artesanía en el año 2013, concretamente en la 35. Feria de Artesanía del País Vasco en Errenteria.

En este sitio hallará una pequeña muestra de mi pasión, espero que le guste, y si le apetece escribirme, me encantará conocer su opinión.

ejemplos de seda teñida o shibori

ejemplos de seda pintada a mano

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